El alicantino Jorge Ureña hace meses que dejó de ser una firme promesa para convertirse en la realidad que es ahora. Con sus resultados ha logrado convertirse en el atleta de pruebas combinadas de referencia a nivel nacional y ha empezado a hacer señales a sus rivales en el plano internacional. Señales de que ha llegado para quedarse en una disciplina en la que desde la época de Antonio Peñalver no se cosechaban este tipo de resultados. Ya le superó en pista cubierta, el récord de España del murciano (6.062 puntos) lo superó el de Onil y lo mejoró aún más el pasado 29 de enero en Praga (6.249). Su temporada bajo techo terminó con el colofón del subcampeonato continental conseguido en Belgrado.

Pero el aire libre es diferente, más pruebas y, sobre todo, pruebas en las que el atleta del CA Playas de Castellón no se encuentra nada cómodo. Al Campeonato del Mundo de Londres llegó bien preparado, con el objetivo de dar lo mejor de sí mismo y terminar lo más alto posible en la clasificación. A poco de tomar parte en las diez pruebas del calendario confesó “tengo ganas de quitarme la espina del disco”. No es para menos, y es que en 2016 estaba cuajando unas grandes series hasta que, llegados a este lanzamiento, tres nulos le hicieron bajar de la nube en el Campeonato de Europa de Ámsterdam.

En la capital británica la competición empezó para él en la segunda serie de los 100 metros lisos. Entró tercero con 11.00, mejor marca de la temporada. No fue un mal inicio. El salto de longitud no es una mala prueba para él pero ahí no tuvo su día, 7,30 y 16ª posición, pero esta competición es muy larga. En la tercera parada llegó el primero de los lanzamientos. En el peso se fue hasta los 13,91, lejos de su mejor marca pero suficiente para terminar sexto y arañar puntos en la general. En el salto de altura sí podía dar un bocado importante a la clasificación antes de llegar al ecuador de la competición. Con 2,10 en pista cubierta en Londres voló hasta los 2,08  y fue tercero entre sus rivales. No pudo con 2,11. Subió hasta la 11ª posición y en la prueba que marca la línea del 50% de la competición volvió a cuajar una gran actuación. Los 48.72 en los 400ml supusieron una nueva mejor marca personal para él y la auparon al 9º puesto de la general por puntos. Una lista que lideraba el francés Kevin Mayer con el alemán Kai Kazmirek al acecho. Ahí terminó la primera jornada de competición para los decatletas y se retiraron a descansar y prepararse para el segundo día de batalla.

El segundo día de competición no pudo empezar mejor para el de Onil. En los 110mv paró el cronómetro en 14.15, mejor marca de la temporada, y entró por primera vez en puestos de finalista. La historia decía que el mejor español en un campeonato del mundo había sido Antonio Peñalver con el 8º puesto conseguido en Tokio 1991. Jorge empezaba a dar muestras de que se podía soñar con ese objetivo. Entonces llegó el disco… punto clave y su talón de Aquiles. Debía solventarlo con dignidad para continuar en la pelea. Llegaba con una mejor marca de 37,56 y se marchó con 36,33. Suficiente para salvar los muebles. Era 10º en el global y no se había descolgado excesivamente de esa pelea por la 8ª plaza. Restaban tres pruebas. En la pértiga estuvo muy bien. Seguro sobre todas las alturas hasta que el listón subió a 4,90. Dos nulos y superó esa barrera a la tercera. Los 5,00 los pasó al primer intento y no pudo con los 5,10. Gran actuación teniendo en cuenta que su mejor registro de siempre es 5,02. Seguía 10º pero a solo 26 puntos del estadounidense Devon Williams que era el primer finalista. Los lanzamientos no son su fuerte y con 56.06 fue 17º en jabalina. Llegó a la última prueba en 11ª posición. La octava plaza quedaba a 158 puntos. Difícil, pero en los 1.500ml siempre ha recortado puntos, es una prueba dura para un atleta de combinadas. Se dio la salida conjunta, 20 corredores dando zancadas en busca de sus objetivos. Jorge terminó segundo (4:26.46) tras el japonés Akihiko Nakamura (4:22.62), en la general subió dos posiciones y terminó 9º. Solo 97 puntos le separaron de la plaza de finalista y de igualar la mejor clasificación de un español en un mundial, pero consiguió un gran récord autonómico. Con 8.125 puntos superó su propia plusmarca por 4 puntos. “El próximo reto será superar el 8º puesto de Peñalver” confesó al terminar la décima prueba. Sin duda Jorge Ureña ha tenido en 2017 su mejor año y lo más importante es que parece que todavía tiene bastante margen de mejora.

Por: Carlos Domingo/Londres
Foto: Alberto Pozas