
El saltador sufre problemas en la batida que le relegan a la octava posición (7,97)
Lester Lescay sintió en la clasificación de la longitud, cuando pasó con holgura y un salto de 8,21, que podía estar en la lucha por las medallas en la final. Pero llegó el día definitivo y el hombre que vive entre Castellón y Guadalajara tuvo demasiado problemas en la batida y tuvo que confirmarse con la octava posición al no poder superar los ocho metros (7,97).
El atleta entrenado por Luis Felipe Méliz cierra la temporada con un resultado que no le colmó. “No tuve suerte con la tabla. Es un problema que se ha ido repitiendo toda la temporada, pero, nada, estoy contento con el año, con la medalla de pista cubierta (se llevó el bronce en el Europeo de Apeldoorn) y con este puesto de finalista en un Mundial al aire libre”.
El atleta nacido en Santiago de Cuba y nacionalizado español dice que las sensaciones fueron buenas pero que le penalizó esos problemas técnicos. “Yo me encontraba muy bien, igual que en la calificación, simplemente que no salió y no tuve suerte con la tabla (hizo tres saltos nulos y dos de 7,97). Me iba para adelante, pero son cosas de la competencia. Hoy podía ganar cualquiera y ganó Mattia Furlani (8,39) y solo puedo felicitarle a él y a su equipo”.